miércoles, 9 de marzo de 2011

Fabricando Líderes para la Juventud

Hablamos en muchas ocasiones de la crisis actual de los movimientos asociativos, y por ello de la crisis de las asociaciones y movimientos juveniles, puede que en este post solo hablemos de la punta del iceberg, pero una de las principales razones del retroceso de los movimientos juveniles es la falta de líderes sólidos.

Formar un líder no es solo dar un cargo a una persona competente hasta el momento, el líder debe transmitir pasión, liderar desde el corazón pero siempre con inteligencia. Es decir, precisamos de gestores con corazón, y para formar líderes necesitamos formarlos con tiempo, no de un día para otro.

En los movimientos juveniles estamos viendo que los referentes se nos queman al llegar, que se cansan, las entidades rebajan la edad y la formación exigida a las personas líderes, y seguimos solucionando los procesos a corto plazo, cuando lo que necesitamos son líderes a medio – largo plazo.

Varias líneas para formar líderes sólidos en Juventud:

- Formar líderes como Misión de la entidad. Si estamos fallando en la formación de líderes o referentes en nuestro proceso, tenemos que detenernos y analizar qué estamos haciendo mal.
Si nuestra entidad necesita crear líderes, deberemos generar espacios para ello, tener la misión clara. Asegurar que el desarrollo del liderazgo es una prioridad de la entidad. Una vez tenemos la prioridad, simplemente hay que implementar las medidas.

- Formación personal. Los buenos líderes conocen sus fuerzas, limitaciones, valores y principios. Creen en su propia capacidad y transmiten autoconfianza y eficacia a sus Equipos. Formar a la persona en su autoconocimiento. Para ejercer como Líder se requiere inteligencia emocional y social y una profunda comprensión de cómo  funcionan las personas. Pero si no sabes cómo funcionar tú ¿cómo vas a  gestionar a los demás?

- Ser líder como motivación, no como castigo o como última solución. Cambiar la imagen negativa en torno al líder, para generar ilusión en torno a su imagen. Ser líder no debe significar ser la persona que más trabaja y que más problemas tiene que resolver, ser líder es movilizar a un grupo, guiar a las personas, acompañar en su crecimiento, formar al grupo, y esto debe generar motivación.

- Formación experiencial. Un líder no se fabrica de la noche a la mañana, es un proceso y como tal, debe estar hecho paso a paso. Asumir responsabilidades pequeñas, para ir creciendo experiencialmente con ellas. Asignar rotativamente determinadas tareas en las que se involucren hasta conocer y probar toda la entidad. Aprender con cada experiencia y seguir creciendo.

- Equipos de liderazgo. Un líder debe saber trabajar en equipo, gestionar su equipo de trabajo y obtener de él toda la efectividad posible. Apostar por la gestión horizontal en la que el líder es parte del Equipo dirigente, en vez de por la gestión vertical en la que el líder es ejecutor e impositor.


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