En el post anterior hablábamos de las nuevas tecnologías en el Tiempo Libre, pero me parecía interesante dedicar un nuevo artículo al educador y las redes sociales.
Los datos son claros, el 79% de los jóvenes de 16 a 24 años usa las redes sociales, es decir 8 de cada diez jóvenes usan Internet para entablar y mantener sus relaciones personales. Con estos datos tan clarificadores, ¿los educadores debemos usar las redes sociales para nuestro trabajo con los jóvenes?
Evidentemente sí. Estoy convencido de ello, pero no a cualquier precio. Me gustaría ver el porqué un educador tiene que tener cuidado al usar su perfil de una red social con los jóvenes con los que trabaja.
Lo primero a destacar es que, es fundamental para el educador conocer las Redes Sociales. No solo usarlas a nivel usuario, sino controlar todas sus características, y sobretodo, saber usar las opciones de privacidad y de datos personales.
Cuando tenemos un perfil en una red social abierto a los menores con los que trabajamos, tenemos que tener presente que cómo usemos nuestro perfil en Internet puede ser conocido por todos los “amigos” de nuestra red social. Por lo que tenemos que ser conscientes de todo lo que subimos a la Red.
Al tener un perfil en una red social, podemos exponernos a que nuestros “amigos” puedan publicar en nuestro perfil, comentarios, fotos, imágenes o vídeos que nosotros no hemos consentido, pero que todos pueden ver. Por lo que los jóvenes que tenemos de “amigos” en el perfil, podrán verlo y “aprender” de ello. No todos los movimientos en nuestro perfil, dependen de nosotros.
El hecho de contar con menores en nuestras redes sociales nos puede situar en una situación ética complicada, ya que por la Red podemos conocer explícitamente la vida de los menores, tanto lo bueno como lo malo, y ante situaciones de riesgo detectadas, debemos decidir si informar a los responsables de los menores o no, sopesando todas las consecuencias.
Como educadores, trabajamos para una entidad, con lo cual la decisión de trabajar con jóvenes en las redes sociales debe ser conocida y aprobada por esa entidad.
Y por último, destacar que somos educadores de continuo, no podemos quitarnos ese traje de trabajo, ni decidir dejar de educar unas horas al día, por lo que nuestros actos educan, tanto en persona como en la Red.
Me voy a animar a comentar...(me ha costado), pero el tema me atrae...primero agradecerte y felicitarte públicamente por el blog, decir que me parece una entrada interesante y desde mi punto de vista, creo que todo es cuestión de mantener una relación apropiada entre educadores y alumnos, y de respeto de esos límites.
ResponderEliminarCreo que los educadores no deberían rechazar todos los social-media, si pretenden seguir siendo un referente para sus alumnos, creo que los educadores y todos los adultos tienen que formar parte del mundo de las redes sociales y entenderlas.
Internet es un lugar, no una cosa, y nuestros chicos pasan mucho tiempo en ese lugar. Si los adultos no están ahí, no podremos ayudar a nuestros chicos.
Una red social es una herramienta… y la puedes usar de muchas formas diferentes. Las posibilidades de ayudar en la relación “educador-alumno” son tremendas, siempre que el educador esté puesto al día y sepa utilizar convenientemente la herramienta. A veces el freno son los padres, que también desconfían.
Al margen de Facebook o Tuenti, que sin duda son las dos redes donde más niños y jóvenes españoles tienen actividad, existen otras redes especialmente pensadas para la docencia:
twiducate, edmodo, educablogs...
Un saludo... y ánimo y a seguir escribiendo.