La formación es uno de los pilares fundamentales en el tiempo libre, la educación no formal ofrece todo tipo de acciones formativas, desde cursos monográficos, como cursos de monitor y coordinador de tiempo libre. Me gustaría plantear la cuestión de: ¿cómo conquistar a un alumno / alumna en nuestros cursos?
Puede que con el tiempo nos hayamos acostumbrado a ofrecer cursos en los que aceptamos la existencia de un determinado porcentaje de errores, porque entendemos que esos errores entran dentro de lo normal. Dar 10 minutos de margen al comienzo o al final de una sesión, admitir la ausencia de varios alumnos, tener un tanto por ciento de alumnos insatisfechos, y sobretodo que sea habitual el “no pasa nada”.
Propongo varias medidas a aplicar a las sesiones formativas en nuestras entidades:
- Introducir mecanismos de mejora sistemática y mejora continua. No quedarnos en la situación cómoda de pensar, “lo he hecho bien, por qué no va a funcionar siempre así”. Tenemos que implantar sistemas de evaluación y recogida de datos para verificar la satisfacción de nuestros alumnos. Y a partir de ellos valorar lo positivo y trabajar para mejorar lo negativo. Aprender a trabajar en el Ciclo de mejora continua.
- No conformarnos con lo que es suficiente. Si ofrecemos el mínimo estándar en nuestros cursos, la satisfacción de los usuarios será su reflejo: mínima estándar. No puedo quedarme simplemente en el objetivo de cubrir las necesidades del curso: un profesor bueno, unos apuntes óptimos, un título que llame la atención, unas buenas instalaciones. Estos indicadores son el mínimo que pide un alumno cuando realiza un curso, debemos ofrecer más y mejor.
- Crear expectativas. Generar las respuestas que los usuarios están buscando para realizar una acción formativa, trabajar la publicidad de los cursos. La primera idea del usuario que se interesa por nuestros cursos va a ser la que se quede en su pensamiento. Debemos crear ganas de más, ganas de realizar el curso con nuestra entidad y no con otra.
- Dar más de lo que se espera. El alumno llega con una idea inicial al curso, con unas expectativas, debemos cubrir esas expectativas y sobrepasarlas. Trabajar sobre la cuenta emocional del alumno, desde el saldo inicial de expectativas con el que llega cada usuario, debemos ganarnos al alumno cubriendo sus necesidades y superando sus expectativas.
- La relación con el alumno no debe terminar una vez concluido el curso que ha realizado, debemos continuar con un proceso de fidelización del alumno. Mantenerle informado de las acciones que le puedan interesar, enviar convocatorias que le resulten atractivas, y no perder el contacto con las personas.
- Conquistar a nuestros alumnos. No hay mejor publicidad para una entidad que un alumno conquistado, un alumno que quiera repetir un curso con nuestra entidad porque es un curso de nuestra entidad.
Acabar un curso con todos los alumnos satisfechos no es fácil, pero debemos tender a ofrecer acciones formativas de calidad, en la que no solo primen los valores de siempre, sino que se pretendan lograr esos valores intangibles para así ganarnos a nuestros alumnos.
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