La Teoría de los Momentos Intangibles la desarrollé a través de los comentarios de dos amigos que siguen mucho el baloncesto, ellos me comentaban que Carlos Jimenez era muy buen jugador, que aunque viendo el partido no te quedabas con sus detalles, eras consciente de sus buenos resultados cuando leías las estadísticas del partido. Desde ese momento, comprendí que el mejor monitor es el que se ocupa y se preocupa de los Momentos Intangibles.
Los momentos intangibles en el Tiempo Libre son todos esos momentos que no quedan recogidos en ningún manual de monitor o en ningún cuaderno de campamento, pero que son de gran importancia y ocupan una buena parte del tiempo de una actividad.
Durante el desarrollo de una actividad de tiempo libre se pueden percibir diversos momentos intangibles de los que tenemos que ser conscientes:
- Tiempo Libre. Es el momento intangible por antonomasia, después de las comidas, después de una actividad, a la llegada de una caminata,.. los momentos que los acampados tienen para no hacer nada, momentos en los que no hay una actividad programada.
- Intermedios. Momentos entre una actividad u otra, momentos de cambiarse de ropa porque se llega del baño, o porque la actividad siguiente exige otra ropa. Momentos de intermedio cuando en una actividad un grupo de acampados ha terminado su prueba, pero el resto sigue con la actividad prevista.
- Impases y movimientos. Los momentos que se dan por el cambio de planes, por la necesidad de improvisar una actividad y que quedan desiertos por unos minutos. Y los momentos que aparecen por el desplazamiento a otro lugar, por el trayecto que se da de un sitio a otro para realizar una actividad. El movimiento del grupo grande.
El buen Educador sabrá aprovecharse de los “momentos intangibles”, hará de estos paréntesis temporales su oportunidad para acercarse, controlar, asegurarse, y sobretodo educar a los acampados.
El Monitor de los momentos intangibles aprovechará el tiempo libre de los acampados para estar con ellos, jugar a las cartas, tocar la guitarra,.. Hará de los intermedios momentos seguros con su presencia, y provocará que los movimientos o cambios de una actividad a otra sean más cortos y efectivos.
Los mayores riesgos en las actividades de Tiempo Libre se corren en estos momentos, cuando no está presente un monitor para controlar. Los acampados se ven en libertad, lo que entienden por no tener límites, y lo aprovechan para cualquier cosa, sea o no peligrosa, por ello la importancia de la presencia de un monitor en esos momentos.
Al final de la actividad o del campamento, seguro que los acampados han “elegido” como monitor preferido al monitor estrella, al bromista o a su monitor de grupo con el que han pasado más tiempo, pero el coordinador, una vez vistas las estadísticas, seguro que querrá volver a trabajar con el monitor de los momentos intangibles.
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